EL VÍBORA
1979-1984
A principios de los años 80, Javier Mariscal se incorporó a El Víbora, la revista de cómic underground más influyente del panorama español.
En plena efervescencia contracultural, El Víbora ofrecía un espacio de libertad absoluta para la experimentación gráfica y narrativa. Allí, Mariscal encontró el terreno perfecto para desarrollar una mirada fresca, espontánea y profundamente ligada a la vida urbana y cotidiana.
A través de personajes como Los Garriris, creó pequeños relatos visuales cargados de humor, ironía y ternura. Escenarios como la playa, los bares, las calles de Barcelona o las azoteas del Raval se convirtieron en protagonistas de historias donde lo trivial y lo poético convivían con naturalidad.
Más que ilustraciones, sus páginas eran composiciones vivas, con una estética que desbordaba los márgenes del cómic tradicional y anticipaba muchos de los recursos gráficos que definirían su obra posterior.
Participar en El Víbora no solo consolidó a Mariscal como autor de historieta, sino que sentó las bases de su identidad visual, marcando una etapa clave en la evolución de su lenguaje artístico.